Recientemente, se propuso una reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) para definir que, por cada cinco días laborales, las personas tendrán dos días de descanso. Si bien ya hay trabajadores bajo este esquema, el porcentaje apenas alcanza el 26 por ciento de la población en México. En este artículo, abordamos por qué es tan importante dar luz verde a la jornada laboral 5×2.

México, país donde se trabajan más horas, pero último en productividad laboral

México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) donde, en promedio, se trabajan más horas. La media de horas trabajadas de todos los países que integran esta organización internacional es de 1,716 horas al año, mientras que los mexicanos laboramos 2,128, es decir, 412 horas más. Si bien estas cifras pueden ser engañosas y posicionarnos como los más chambitas, la realidad es otra si analizamos los datos de productividad laboral.

¿Qué es la productividad laboral?

En términos coloquiales, ser productivo significa concretar tareas u obtener resultados. La mayoría mide su productividad diaria en relación con los objetivos cumplidos al final de la jornada laboral. Esto es, decimos que somos productivos cuando palomeamos toda o casi toda nuestra lista de pendientes; sin embargo, la productividad laboral que posiciona a México en último lugar dentro de la OCDE va más allá de ver nuestros esfuerzos materializados.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la productividad laboral está fuertemente vinculada con el crecimiento económico, la competitividad y el desarrollo de un país. Es un indicador económico que muestra cuánto aporta una persona a la producción total o Producto Interno Bruto (PIB). 

El PIB mide el valor agregado de los bienes y servicios finales producidos en un periodo de tiempo específico. Sí, estamos hablando de billete, por ende, la productividad laboral es el dinero que aporta un trabajador a la economía. En México, el PIB generado por hora trabajada es de 94.9 dólares, mientras que el promedio a nivel OCDE es de 107.4 dólares. Así que los mexicanos somos los que más trabajamos y, al mismo tiempo, aportamos menos al PIB, pero ¿a qué se debe esto?

Sin duda, uno de los factores es que las jornadas laborales extensas no implican necesariamente producir más, ya que golpean fuertemente al protagonista de esta película: el trabajador. En las líneas siguientes, abordaremos algunas implicaciones de las jornadas laborales extensas, para comprender por qué respaldamos la idea de que la jornada laboral 5×2 puede mejorar el bienestar del trabajador.

Algunas consecuencias de las jornadas laborales extensas

En 2016, morían al año aproximadamente 750 mil trabajadores por un ataque al corazón o derrame cerebral por haber laborado como mínimo 55 horas a la semana. Con base en un estudio realizado por agencias especializadas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), no debería trabajarse más de 35 o 40 horas semanales. El exceso de trabajo es un grave peligro para la salud, por ello, resulta importante que los distintos gobiernos pongan manos a la obra para aprobar iniciativas, como la jornada laboral 5×2, para que los empleadores no expongan a sus empleados a jornadas que, en un futuro, se traduzcan en muertes tempranas. 

Existe evidencia empírica y teórica que demuestra que la cantidad de horas destinadas a la actividad laboral afecta nuestra salud. Las jornadas extensas aumentan la probabilidad de presentar patologías crónicas y músculo esqueléticas; además, dañan nuestra salud mental al incentivar conductas y hábitos perjudiciales, como una dieta desequilibrada, sedentarismo, tabaquismo y consumo de alcohol.

¿En qué consiste la jornada laboral 5×2?

Como mencionamos al principio de este artículo, la jornada laboral 5×2 tiene como propósito reducir la jornada semanal para que todas las personas tengan dos días libres; además, especifica como días de descanso el sábado y domingo, preferentemente, así como la creación de una prima sabatina para que aquellas personas que trabajen sábado reciban adicionalmente una cuarta parte de su salario devengado. 

Esta propuesta tiene lugar en un contexto en el que, aproximadamente, 8 millones de personas laboran más de 56 horas por semana, el 26 por ciento de la población ocupada trabaja de lunes a viernes y casi la mitad de la fuerza laboral tiene jornadas de seis días. La jornada laboral 5×2 estaría marcando un hito, ya que desde que se creó la LFT no se ha realizado ninguna reforma al respecto.

Ahora, consideramos que no es suficiente con que se presenten este tipo de propuestas. Aun cuando la jornada laboral 5×2 llegue a aprobarse, es necesario hacer valer la ley. Actualmente, la LFC del trabajo señala como límite 48 horas laborales a la semana, las cuales no son respetadas por muchos patrones o empleadores.

El empleado o trabajador suele concebirse como un medio para conseguir ciertos fines, no se le reconoce como un factor imprescindible para la producción que merece un entorno laboral propicio para su bienestar o desarrollo personal y profesional.  Es por ello que creemos que la jornada laboral 5×2 puede ser una vía efectiva para intentar revertir algunas tendencias de explotación laboral exacerbadas en contextos como el pandémico, en el que muchas personas trabajaron horas extras porque sus jefes “confundieron” la modalidad de home office con estar disponible a cualquier hora.

Reducción de la jornada laboral en la agenda mundial

La reducción de la jornada laboral es un objetivo a nivel mundial desde hace varios años. Es uno de los canales para lograr oportunidades laborales sostenibles. En la actualidad, son varios los países que se han pronunciado para recortar las horas semanales trabajadas para seguir el ejemplo de Países Bajos, Dinamarca y Noruega, en donde en promedio se trabajan 29.5, 32.5 y 33.6 horas semanales, respectivamente.  Del otro lado de la moneda, podemos ubicar a Argentina, Colombia y México como los países con jornadas laborales más extensas: 48 horas a la semana. 

La diferencia entre los países con jornadas laborales más cortas y los de jornadas laborales más largas va más allá de los océanos que los circundan, ya que su nivel de desarrollo y crecimiento del PIB es dispar. Puede decirse entonces que, a nivel macro, en los países menos desarrollados las personas trabajan más. Estos países, internamente, también presentan contrastes importantes. De acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en México, las personas con menos ingresos suelen trabajar más horas. 

Ejemplos de reducción de la jornada laboral

En diversos países del globo, ya se han implementado medidas más fuertes que la jornada laboral 5×2. Por ejemplo, en Alemania, las personas trabajan en promedio 35 horas semanales; solo pueden alcanzar las 40 horas en situaciones específicas y durante un tiempo determinado. 

España es otro país que está experimentando medidas más drásticas. Se planea reducir la jornada laboral semanal a 32 horas, de tal manera que solo se trabajen cuatro días. El mecanismo para lograr lo anterior supone un apoyo económico de 3,500 euros por trabajador, subsidiados por un fondo de recuperación instaurado por la Unión Europea durante la pandemia.

En ese mismo país, la empresa Andaluz Software Delsol invirtió, en 2020, 400 mil euros para reducir el horario laboral de sus trabajadores. Esta osadía le trajo resultados sorprendentes: el ausentismo se redujo en casi una tercera parte, la productividad y las ventas subieron en 20 por ciento y, en un año, ninguna persona presentó su renuncia.

Si bien el contexto económico, político y social influye en el éxito de este tipo de medidas, se torna necesario que, por lo menos, las empresas se atrevan a probar. Existen herramientas como el Minimum Viable Product que permiten conocer la factibilidad de una idea. Consiste en llevar a la práctica una versión más sencilla de un nuevo producto, servicio o proyecto, con elementos mínimos para saber si funciona o no. Esta opción podría ser utilizada por el sector privado para valorar si medidas como la de Software Delsol pueden beneficiar a la empresa y al trabajador.

Reflexión

Es importante hacer hincapié que la reducción de la jornada laboral puede traer efectos positivos a ambos lados de la moneda: al patrón y al trabajador. Al primero, porque el trabajador se vuelve más productivo y asegura resultados y, al segundo, porque mejora sus condiciones laborales (no se le explota). En nuestra opinión, ningún eufemismo como “guerrero” o “se puso la camiseta” tendría que compensar los efectos negativos de trabajar jornadas extenuantes, sobre todo, cuando la paga “no lo vale” y muchos trabajadores salen de un trabajo para entrar a otro porque un único ingreso no les basta.

Pensamos que otras iniciativas, como incrementar los días de vacaciones y reducir la jornada laboral de 8 a 7 horas y cuya discusión ha postergado el senado en México, son otros intentos para mejorar el bienestar del trabajador y aumentar la productividad laboral.

Esperamos que, cuando llegue el momento, las iniciativas mencionadas se voten a favor, que nuestros dirigentes tomen decisiones basadas en evidencia y con conciencia de clase.