Lenguaje inclusivo: ¿por qué es importante hablar de “todas, todos y todes”?

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Por Expost

Redactor en EXPOST

icono de calendario04/09/2021 3 min de lectura
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Otro de los grandes debates que acompañan la acelerada, pero profunda transformación de nuestra sociedad es el cambio de paradigma en el uso del lenguaje y el lenguaje inclusivo. Hay una frase que circula por la web y que alude a la importancia de la dimensión comunicativa, en su modalidad oral, escrita y gráfica para denotar el impacto que tienen las palabras en la vida diaria: “lo que no se nombra no existe y lo que se nombra construye realidades” (Editorial, 2019).

En los últimos años y como resultado de la lucha de los movimientos feministas [1], la búsqueda de la igualdad y equidad entre varones y mujeres, así como el reconocimiento de sus derechos, ha atravesado diversas esferas, desde lo público hasta lo privado. Aspectos que dábamos por sentado y formas de estructurar la vida cotidiana a partir de roles y estereotipos, hoy, a diferencia de hace 20 años (tal vez menos), han tenido cambios impulsados por la visibilización de las mujeres en todo el espectro societal. Uno de ellos ha sido el lenguaje.

Existen varios teóricos (paradójicamente) que desde diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades han señalado el peso que tiene el lenguaje en la manera en que las personas aprendemos a interpretar nuestra realidad, a significar nuestro entorno y dar sentido a nuestras relaciones[2].

Desde el psicoanálisis, Jacques Lacan hizo importantes señalamientos de la función que tiene el lenguaje en la forma en la que tiene el ser humano de estructurar su realidad. Para él: “el lenguaje le da nombre a lo que vive y da significado a lo que pasa en su interior […] el sujeto emerge del lenguaje […] el sujeto es hablado y narrado por el otro”  (Canal 22, 2017). En ese sentido, sirva aquella reflexión para afirmar que todo aquello que no podemos nombrar, que es extraño a nuestro vocabulario, es imposible de aprehender.

Como parte del análisis feminista, ha quedado claro que la reproducción e institucionalización del lenguaje ha sido históricamente una tarea de hombres, por lo que, además, nuestras formas de comunicación tanto en la oralidad como en la escritura -y en lo gráfico– estaría inscritas en el sistema patriarcal [3], es decir, estarían sesgadas por una visión de mundo en la que incluso, la forma en la que nos comunicamos, pensamos y “nombramos” el mundo estaría impregnada de este sentido de superioridad entre hombres y mujeres[4].

En ese sentido, expresiones como “todos somos iguales”, “el hombre es dueño de su propio destino”, o el uso del masculino como genérico: “los estudiantes”, “los padres de familia” y otro sinfín de ejemplos“, “produciría un conocimiento sesgado de la realidad, coadyuvando a la invisibilidad y la exclusión de las mujeres en todos los ámbitos” (Guichard Bello, 2018).

Por lo anterior, a continuación, te brindamos algunas recomendaciones que seguramente facilitarán la adopción de un lenguaje inclusivo en tu vida diaria:

  1. Eres incluyente cuando nombras al colectivo de personas, o la actividad misma, o los lugares (todos sustantivos epicenos), en lugar de los términos que incluyen la referencia al sexo de las personas.
  2. Eres incluyente con el manejo de los verbos y omitiendo el sujeto
  3. Eres incluyente cuando, en los sustantivos comunes, omites los artículos o los adjetivos.
  4. Eres incluyente cuando se emplea la palabra “persona”, “personas” o seres humanos.
  5. Eres incluyente cuando “desdoblas” las palabras en femenino y masculino.
  6. Eres incluyente cuando incorporas las palabras “mujeres y varones”.
  7. Eres incluyente y no sexista cuando se nombran las profesiones, cargos, oficios, etc., de acuerdo con el sexo de la persona de referencia.
  8. Eliminas el sexismo cuando nombras a las mujeres por sí mismas y evitas denominarlas por su relación con algún sujeto masculino (Guichard Bello, 2018, pp.137-145).

Las más recientes administraciones en los tres ámbitos de gobierno, pero especialmente derivado del trabajo realizado por el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) desde su fundación, es la promoción de un lenguaje inclusivo y no sexista, que no solo combata la violencia contra las mujeres, sino que coadyuve a deconstruir los estereotipos y roles de género, así como reconocer la diversidad y la diferencia en igualdad de derechos.

Notas

Agencia. (17 de febrero de 2020). ¿Complica la comunicación? Esto dice la RAE sobre lenguaje inclusivo. UNO TV. Recuperado el 10 de julio de 2020, de https://www.unotv.com/noticias/portal/internacional/detalle/que-dice-rae-respecto-lenguaje-inclusivo-058616/

Canal 22. (11 de junio de 2017). Jacques Lacan: el lenguaje no habla. Jacques Lacan: el lenguaje nos habla. Obtenido de https://www.youtube.com/watch?v=e3k–NsfSL8

Editorial. (6 de junio de 2019). Lo que no se nombra no existe y lo que se nombra construye realidades. Obtenido de Question Feminista: http://www.qfem.es/post/14519/lo-que-no-se-nombra-no-existe-y-lo-que-se-nombra-construye-realidades

Guichard Bello, C. (2018). Manual de comunicación no sexista. Hacia un lenguaje incluyente. (I. N. Mujeres, Ed.) Ciudad de México. Recuperado el 10 de julio de 2019, de http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/101265.pdf

Vacca, L., & Coppolecchia, F. (2012). Una crítica feminista al derecho a partir de la noción de biopoder de Foucault. Páginas de Filosofía,, XIII(16), 60-75.

Referencias

[1] Decimos “movimientos” porque hay numerosas corrientes en las que se inscribe el movimiento feminista con base en la diversidad, de opiniones y perspectivas respecto a las opresiones y otras formas de violencia y exclusión que han sufrido las mujeres de diferentes latitudes, clases y épocas.

[2] Algunos de ellos: Ronald Barthes, Jean Baudrillard, George Lakoff, entre otros.

[3] “Es un sistema político que institucionaliza la superioridad sexista de los varones sobre las mujeres, constituyendo así aquella estructura que opera como mecanismo de dominación ejercido sobre ellas, basándose en una fundamentación biologicista. Esta ideología, por un lado, se construye tomando las diferencias biológicas entre hombres y mujeres como inherentes y naturales. Y por el otro, mantiene y agudiza estas diferencias postulando una estructura dicotómica de la realidad y del pensamiento” (Vacca & Coppolecchia, 2012).

[4] Uno de los grandes debates en la materia, ha surgido a causa de la postura de instituciones como la Real Academia de la Lengua que hasta inicios del 2020, tenía una opinión divergente al uso del lenguaje inclusivo.  Santiago Muñoz Machado, director de la RAE, en un viaje de gira por Latinoamérica, señaló: “La lengua no tiene la culpa de la discriminación de la mujer”; “Hay que acabar con la discriminación de la mujer y con el machismo y todas esas plagas o lacras que tienen nuestras sociedades. Pero si algún día, todo el mundo habla de ‘todes’, las academias no tendrán más remedio que reconocer que así es”. Asimismo se refirió al lenguaje inclusivo como una forma extravagante del uso del lenguaje, que en la vida cotidiana carece de practicidad (Agencia, 2020).

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  1. Criticar es Gratis dice:

    Lo correcto es y sera todos y todas no hablen con e.

  2. Una critica constructiva dice:

    Es verdad que abarca la palabra » todos» (hombre y mujer); pero tampoco exime a la mujer si no se la nombra, y para mayor tranquilidad no afecta o cambia la terminología, todos y todas. Desde el punto de vista que la quieras ver y el momento de la aplicación de las palabras si puede afectar, Ahi viene el uso para el momento de aplicar el genero, cambia el sentido jiji, es un trabalenguas, por eso es considerado el español un idioma complicado de aprender.

  3. Edwin Mafla Ortiz dice:

    Mis respetos a cada uno de los participantes y creyentes en Dios en sus diferentes doctrinas y religiones, considero indispensable partir desde un el tema tratado y basado en los resultados de una encuestas reciente a citar de World Values Survey «Como somos los Ecuatorianos» desde de la perspectiva de creencias religiosas, en cuanto a su percepción esta arroja que un 97% son creyentes de un Dios, y el 3 % son ateos; partiendo de esta información y de un principios bíblico, por mas esfuerzo que lo ponga los intelectuales de la RAE en cuanto a las formas, técnicas, comunicación, leguaje inclusivo… sobre esta enseñanza lo será muy complicado cambiar su creencia o forma de pensar sobre algo que se ha hecho un habito, costumbre, de generación a generación. Por otra parte lo considera nada difícil por parte de los intereses económicos y culturales (la UNESCO, el gobierno de turno puede cambiar las políticas educativas y textos de enseñanza – aprendizaje a su propio provecho) para convencer a la población «nueva generación, sexo y con tecnología» lo que hoy es ve malo hacerles ver que es bueno o lo que bien tuviere. Lejos a de la realidad, todo ellos incluso para superar una infinidad de «desigualdades» pondré por ejemplo una: si haya tantas instituciones pro defensa de la igualdad y de derechos específicamente para las mujeres a citar uno que margina, excluye y deja en la indefensión al Hombre (divorciado o con responsabilidad de alimentos) son los, desde su titulo de jerarquía «Juzgados de la Niñez, la Adolescencia, la mujer y la Familia» ? a igual de esos derechos ¿por no que inician por crear organismos similares para la protección, defensa de los derecho del hombre, sí tanta preocupación dicen tener para alcanzar la universalización «las igualdades»?

  4. En reflexión dice:

    Reflexionemos entonces: «Ese sujeto que el lenguaje habla» no debe ser confundido para orientar su genero fuera de las funciones de su sexo; no perdamos de vista que la «ideología de genero» es una intervención integral que afecta el orden político y económico de nuestra sociedad y que su capacidad para transformarnos toma algunos elementos validos para procurar sinergias que finalmente no apoyan ni fortalece a la sociedad. No solo pienses en corto estos cuestionamientos, siente en lo profundo de tu ser aquello que te trae paz y armonía.

  5. Carlos dice:

    Porque todo el sistema está hecho por y para nosotros los hombres. Decir que necesitamos protección es como si un bully le echara la culpa a su víctima (¡Oh, lo hacen de hecho!) Yo no necesito protección institucional, tengo los privilegios que durante siglos nos apropiamos. Nunca, ni un mes, les hice faltar nada a mis hijos y no me hago la víctima porque están conmigo sólo los fines de semana. ¿O qué tendría que hacer? ¿Ser irresponsable además de egoísta? Yo gano más que mi ex porque ella trabaja menos horas para estar nuestros hijos. ¿Les voy a negar a mis hijos lo que necesitan porque el matrimonio se rompió? Eso es resentimiento y yo no quiero que mis hijos piensen en las mujeres de esa forma. Si uno no quiere la responsabilidad de mantener un hijo, debería hacerse una vasectomía, no hacerse la víctima.
    ¡Intereses económicos y culturales de la UNESCO? ¡Por favor, con conspiranoias no!

  6. Mayra Gonzalez dice:

    Es una plataforma muy interesante

    1. Foto del avatar IEXE Staff dice:

      Muchas Gracias por tus comentarios Mayra

  7. chandu dice:

    it’s the best awesome article and is very understandable to a lot of blog readers. Keep it up!

  8. Wilson Pio dice:

    Por qué se llama «inclusivo» y no «inclusive»?

    1. Foto del avatar Expost dice:

      El término «lenguaje inclusivo» se refiere a una forma de comunicación que busca incluir a todas las personas, independientemente de su género, orientación sexual, identidad de género, etnia, etc. La palabra «inclusivo» se deriva del concepto de «incluir», que significa abarcar a todos sin dejar a nadie fuera. Sin embargo, en algunos contextos y comunidades lingüísticas, se ha adoptado la forma abreviada «lenguaje inclusivo» como una forma de referirse a este enfoque lingüístico. Es una cuestión de convención y uso dentro de esos contextos específicos.

  9. Elyibiticu+ dice:

    ¿Les gustaría ver un idioma así? ¿Vale la pena?

    »En les últimes añes y como resultade de le luche de les movimientes feministes [1], le búsquede de le igualdad y equidad entre elles y elles, así como le reconocimiente de sus dereches, ha atravesade diverses esferes, desde le públique hasta le privade.»

    Ya tenemos el masculino genérico, y nuestro lenguaje es inclusivo. La gente solo publica estos artículos para perder el tiempo. No vamos a cambiar el español. No haremos caso a la gente tonta que pide esto. Si la sociedad quiere cambiar en general, pues adelante, pero no el lenguaje.

    1. Foto del avatar Expost dice:

      1. Ya tenemos el masculino genérico, y nuestro lenguaje es inclusivo.
      El uso del masculino genérico ha sido tradicionalmente aceptado, pero esto no significa que sea verdaderamente inclusivo. Utilizar el masculino como norma puede invisibilizar a las mujeres y a otras identidades de género, reforzando la idea de que el masculino es el estándar y lo demás es una excepción. El lenguaje evoluciona con la sociedad, y adaptarlo para ser más inclusivo puede reflejar una sociedad más equitativa.

      2. La gente solo publica estos artículos para perder el tiempo.
      Publicar artículos sobre lenguaje inclusivo no es una pérdida de tiempo; es una forma de visibilizar y debatir sobre la igualdad y la justicia social. Las discusiones sobre el lenguaje son importantes porque el lenguaje refleja y moldea nuestra percepción del mundo. Desestimar estos artículos puede ignorar las experiencias y necesidades de una parte significativa de la población.

      3. No vamos a cambiar el español.
      El español, como cualquier otro idioma, está en constante evolución. A lo largo de la historia, ha incorporado nuevas palabras, expresiones y estructuras gramaticales para adaptarse a los cambios culturales y sociales. Cambiar el lenguaje para hacerlo más inclusivo es simplemente una continuación de esta evolución natural. Resistirse al cambio puede limitar la capacidad del idioma para reflejar una sociedad diversa y en constante transformación.

      4. No haremos caso a la gente tonta que pide esto.
      Descalificar a quienes promueven el lenguaje inclusivo como «gente tonta» es una falacia ad hominem que no aborda los argumentos reales en favor del lenguaje inclusivo. Es importante escuchar y considerar las razones detrás de estas propuestas, ya que reflejan preocupaciones legítimas sobre la igualdad y la representación.

      5. Si la sociedad quiere cambiar en general, pues adelante, pero no el lenguaje.
      El lenguaje y la sociedad están intrínsecamente relacionados. Cambiar la forma en que hablamos puede influir en cómo pensamos y actuamos. Ignorar la dimensión lingüística del cambio social puede limitar la efectividad de los esfuerzos por lograr una mayor igualdad y justicia. Adaptar el lenguaje puede ser una herramienta poderosa para promover y reflejar los cambios sociales deseados.

      En conclusión, el debate sobre el lenguaje inclusivo no es simplemente una cuestión de modificar palabras, sino de reconocer y visibilizar a todas las personas en nuestra comunicación diaria. Desestimarlo puede significar perpetuar desigualdades y exclusiones que muchos buscan superar.

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